viernes, 8 de enero de 2010

¿Venden en Mérida tacos de carne de perro?


¿Venden en Mérida tacos de carne de perro?
Con ligeros cambios, hechos sin cuidado alguno, en las últimas semanas comenzó a circular un viejo correo electrónico en esta ciudad, en el que se avisa que en Mérida fue detenida una persona que mataba perros, los beneficiaba y su carne la vendía a taquerías de Residencial Pensiones, Francisco de Montejo y Juan Pablo II. No lo crea.

El correo original es de Guadalajara, en el que hay, incluso, fotografías del supuesto “carnicero”. Al final del pie de foto dice: Fotografía de “El Informador”.

Ciertamente, “El Informador” es un periódico de Guadalajara, por lo que no tendría por qué decir, en la fotografía tomada supuestamente al “carnicero” de Mérida, que la foto era de “El Informador”.

Otra mentira: A la nota original sólo le cambiaron el nombre de la ciudad y de la colonia en la que se suscitó el caso, por lo que en el correo basura que está circulando en esta ciudad se asegura que el “carnicero” fue detenido y la carne, lista para ser distribuida, fue decomisada “por la Policía Municipal en un predio de Residencial Pensiones”.

La Policía Municipal, como se sabe, no tiene jurisdicción en esa zona del poniente meridano.

El origen de esta leyenda urbana, que ya ocasionó malestar entre algunas negociaciones dedicadas a la venta de tacos, posiblemente se debió a una detención realizada en Tijuana, Baja California, en febrero pasado, tras la cual un jefe policíaco se fue de la boca.

Según una nota publicada en el periódico “El Mexicano” el 13 de febrero pasado, la policía de esa urbe fronteriza descubrió un rastro clandestino utilizado para sacrificar perros cuya carne presumiblemente –decía la nota- era vendida para el consumo humano.

“El rastro (decía la nota) fue descubierto en el fraccionamiento El Mirador por la Policía Municipal, en una acción que culminó con tres detenidos.

En ese predio (ubicado en calle Había Vizcaíno número 3084) fueron detenidos Mariana López, Alejandra Loaiza y Edward Evede, de 22, 21 y 25 años de edad.

Ahí –sigue la nota– los municipales encontraron cerca de 200 canes muertos. Los jóvenes dijeron que se trataba de un refugio para perros abandonados, pero hay evidencias de que sacrificaban a unos para alimentar a otros y al parecer una buena cantidad la vendían a expendios de tacos, según la conjetura a la que llegó uno de los jefes de la policía.

Una agrupación de taqueros de Tijuana protestó por esa versión de la policía, que impactó en sus ventas.

A raíz de eso comenzaron a surgir correos (al parecer con fotografías del caso de Tijuana) diciendo que el descubrimiento había sido en Guadalajara, Torreón y ahora en Mérida, sólo que los “chistosos” no hicieron bien la broma, pues dejaron muchos detalles que desbaratan la versión.

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